Sin necesidad de telescopios avanzados ni equipos especializados, solo un cielo despejado y alejamiento de la contaminación lumínica, será posible disfrutar de algunos de los objetos celestes más espectaculares a simple vista.

En noviembre, el cielo nocturno regalará un acontecimiento que los observadores del firmamento esperan con entusiasmo: la noche más oscura del mes.
Sin necesidad de telescopios avanzados ni equipos especializados, solo un cielo despejado y alejamiento de la contaminación lumínica, será posible disfrutar de algunos de los objetos celestes más espectaculares a simple vista.
La fecha clave será este jueves 20 de noviembre de 2025, cuando la Luna nueva irrumpa al promediar las 00:47 horas.
Esa fase lunar, en la que nuestro satélite no refleja luz hacia la Tierra, crea condiciones ideales para contemplar detalles que normalmente pasan desapercibidos por el brillo lunar.
Para aficionados y expertos, esta será la mejor noche del mes para adentrarse en el “cielo profundo”, siempre que el clima acompañe.
Con el cielo libre de luz lunar, destacan varios atractivos:
La Vía Láctea, visible como una banda luminosa que cruza el firmamento.
La galaxia de Andrómeda, perceptible desde zonas oscuras como una mancha tenue.
Las Pléyades y otros cúmulos estelares, brillando como pequeños racimos celestes.
El cometa Lemmon (C/2025 A6), que podría mostrar un resplandor verdoso hacia el oeste al anochecer.
A estos objetos se sumarán las Tauridas y Leónidas, lluvias de meteoros activas durante noviembre que añadirán surcos luminosos ocasionales.
La oscuridad plena está determinada por la fase de Luna nueva. Sin su resplandor, detalles sutiles del cosmos —nebulosas, cúmulos o galaxias distantes— emergen con claridad. Además, noviembre suele traer cielos más secos y estables en el hemisferio norte, lo que mejora notablemente las condiciones de observación.
Ese equilibrio entre mínima luz natural y atmósfera favorable crea lo que muchos consideran “la ventana perfecta” para explorar el cielo.
El mes no se quedará en una sola sorpresa. También destacan:
21 de noviembre: Urano en oposición, visible toda la noche con instrumentos básicos.
24 y 25 de noviembre: conjunción de Venus y Mercurio antes del amanecer, muy próximos entre sí.
Con este calendario, noviembre se posiciona como uno de los meses más intensos para quienes disfrutan del espectáculo astronómico.