Las provincias que integran el departamento de Lima albergan espléndidos lugares y monumentos
Para quienes tienen pensado viajar este feriado largo del 8 y 9 de diciembre, sin alejarse mucho de la ciudad de Lima, existen muchas opciones con rutas que permiten visitar una o varias provincias que conforman el departamento capitalino o en regiones aledañas. En cada destino recorrido existen espléndidos lugares, monumentos, gastronomía, hospitalidad y otros atributos que garantizan una experiencia inolvidable.
Estos viajes no solo fortalecen los lazos afectivos al interior de las familias, en pareja o entre amigos, sino que contribuyen de manera significativa a reactivar el turismo interno.
Entre las variadas opciones de rutas y lugares turísticos que existen cerca de la ciudad de Lima para disfrutar de un viaje inolvidable en noviembre, destacan las siguientes:
Las provincias de Barranca, Huaura y Huaral, que integran el llamado norte chico del departamento de Lima, ofrecen también un conjunto de lugares pletóricos de herencia cultural y arqueológica, belleza paisajística, biodiversidad y suculenta gastronomía, a los que se puede acceder rápidamente por la carretera Panamericana Norte.
La provincia más próxima a la ciudad de Lima es Huaral, a 76 kilómetros de la ciudad de Lima, donde es posible conocer y disfrutar en familia de atractivos como el Eco Truly Park, ideal para descanso y la meditación;
También destaca el Castillo de Chancay y su variada oferta de espacios temáticos que aluden, por ejemplo, a la cultura prehispánica local y a la época medieval europea. Y para reparar energías y engreír al paladar hay que saborear su irresistible gastronomía en la que destaca el célebre chancho al palo.
Por su parte, en la provincia de Huaura se puede visitar su capital Huacho y el célebre Balcón de Huaura, donde el general José de San Martín proclamó la independencia; la Reserva Nacional de Lachay, un pequeño paraíso y área natural protegida que preserva la singular biodiversidad de las lomas costeras.
Asimismo, destacan la Zona Arqueológica Monumental de Bandurria, la campiña de Santa María, así como sus artesanías y su deliciosa gastronomía donde sobresale el delicioso ceviche de pato.
En tanto, la provincia de Barranca, la más septentrional de la costa de la región Lima, ofrece entre sus atractivos más importantes la Ciudad Sagrada de Caral, que albergó a la civilización más antigua de América y se estima que fue edificada hace más de 5,000 años.
También pueden visitarse el museo comunitario de Végueta, el sitio arqueológico de Áspero que fue el centro pesquero de Caral. Para los amantes de las playas están Puerto Chico, Isla del Faraón, Colorado, entre otras donde es posible descansar admirando el apacible paisaje marino costero.
Otra gran opción para viajar en familia es la provincia de Cañete, al sur de la ciudad de Lima. Este destino alberga lugares encantadores como Cerro Azul, pintoresco balneario que se encuentra al borde del fértil valle del río Cañete y está adornado con un largo muelle, un extenso tramo de arena fina y la gran hospitalidad de sus habitantes.
Conocido como un destino popular entre las familias, esta encantadora localidad pesquera artesanal de la provincia de Cañete atrae también a los visitantes para descansar en su apacible playa y disfrutar de su suculenta gastronomía en la que sobresale el emblemático ceviche.
Otro fabuloso destino, esta vez en el valle mismo de Cañete es San Vicente de Azpitia, que pertenece al distrito de Santa Cruz de Flores, que goza de una excelente ubicación con una incomparable vista del río Mala. Allí se puede practicar actividades al aire libre como ciclismo de montaña, trekking y excursiones a caballo, además es el lugar ideal para pasar unos días de relax en familia.
Para llegar a Santa Cruz de Flores y Azpitia, hay que recorrer la Panamericana Sur hasta el kilómetro 80, a la altura de la playa León Dormido, y luego tomar el desvío por debajo del túnel que lleva al pueblo de San Antonio. A continuación, se debe tomar el desvío hacia la izquierda, y conducir hasta el distrito de Santa Cruz de Flores, y continuar el camino de trocha carrozable hasta llegar a San Vicente de Azpitia. Su tranquila campiña rodeada de frutales como manzanos, lúcumos, pacaes, paltos, y su magnífica vista del valle del río Mala, son su principal atractivo.
Y la cereza del pastel en el llamado sur chico es Lunahuaná, ciudad ubicada en el hermoso valle de Lunahuaná surcado por el río Cañete, ideal para la práctica de deportes de aventura al aire libre. Uno de los más populares es el canotaje y la actividad más común es el canopy.
Además, puedes realizar paseos a caballo, bicicleta y cuatrimoto en los alrededores de Lunahuaná. También se puede degustar una sabrosa y variada gastronomía.
Las familias amantes de la naturaleza marino costera y de la historia tienen una excelente opción en la Reserva Nacional de Paracas y en la provincia de Nasca, ambas ubicadas en el departamento de Ica y a solo 250 kilómetros al sur de la ciudad de Lima.
Visitar la Reserva Nacional de Paracas permite apreciar hermosas playas como Yumaque, Raspón y La Mina, además de visitar el Museo de Sitio Julio C. Tello y el Centro de Interpretación, que cuenta con iconografías de las culturas Nasca y Paracas, así como tótems informativos.
Otros sectores importantes son el puesto de control Santo Domingo, destinado al servicio de orientación al turista. Para apreciar el encantador paisaje marino costero se puede acudir a los miradores Santa María, La Catedral, Playa Roja, Lagunillas, Yumaque y Playa Supay, donde culmina el circuito turístico.
En tanto, la provincia de Nasca ofrece la oportunidad de apreciar las enigmáticas líneas y geoglifos de Nasca y Palpa, declarados Patrimonio de la Humanidad, así como los acueductos de Cantayoc que son un legado de la extraordinaria ingeniería hidráulica desarrollada por la cultura Nasca, entre otros muchos atractivos. Tanto Paracas como Nasca permiten también saborear la deliciosa gastronomía que las encumbra entre las mejores del Perú.
Esta temporada de Primavera anima a buscar lugares en la sierra donde se pueda respirar aire puro, disfrutar de paisajes cautivantes y sumergirse en aguas termales que recomponen el cuerpo y brindan absoluto relax.
Y el destino indicado para disfrutar de estos beneficios es el distrito de Churín, en la provincia limeña de Oyón, a solo 203 kilómetros de la ciudad de Lima. Los amantes del termalismo y los paisajes maravillosos que brinda la sierra de Lima tienen allí una serie de opciones para disfrutar en familia como los complejos termales de la Juventud, de Mamahuarmi, de Tingo, de Huancahuasi y de Picoy.
Además de contar con pozas familiares e individuales, algunos de ellos ofrecen albergues y restaurantes donde se puede degustar platos a base de trucha y cultivos andinos.
Otra provincia de la sierra limeña que destaca por su cercanía y sus bellos atractivos es Huarochirí, un destino que ofrece diversos microclimas, los cuales se acentúan en relación a la altitud, y donde existen diversas cataratas ubicadas en esta cuenca como Palakala y Antakallo.
Asimismo, destacan los toboganes de Songos, que se ubican en la localidad del mismo nombre, en el trayecto hacia el distrito de Surco y a la altura del kilómetro 63 de la carretera Central. El atractivo del lugar son las formaciones rocosas que conforman toboganes naturales por donde discurre el agua procedente de la laguna Linday.
Esta provincia de la sierra limeña ofrece diversas posibilidades a los visitantes en familia, como conocer el poblado de Antioquia, en donde se puede admirar sus paredes blancas decoradas con figuras mitológicas y de fabulas, que dan una apariencia de estar dentro de un cuento de hadas. Asimismo, se ofrece una variada oferta gastronómica y agropecuaria en la que destacan la palta fuerte de Santa Eulalia y la chirimoya de Callahuanca y Cumbe, así como los productos derivados de estos cultivos emblemáticos como helados, dulces y licores, entre otros.
Otros atractivos que se puede descubrir o volver a disfrutar en Huarochirí son el distrito de San Mateo de Otao, convertido en un destino ideal para disfrutar en familia dado que ofrece no solo hermosos paisajes y cataratas, sino que ha incorporado atractivos para el turismo de aventura como el puente y la bicicleta extremos, donde es posible realizar un recorrido a más de 80 metros de altura con todas las medidas de seguridad.
También ofrece el teleférico de San Mateo de Otao, que consiste en un huaro o canastilla metálica movilizada por cables de acero, donde pueden viajar hasta cuatro personas y trasladarse de una montaña a otra a más de 100 metros de altura y apreciar en el trayecto la belleza paisajística del valle interandino.
Existe también un mirador en forma de mano abierta en el que los visitantes de todas las edades pueden ubicarse en la palma y registrar fotografías de recuerdo con una impactante vista del valle de San Mateo de Otao. La visita a este destino se completa con la suculenta gastronomía local en la que destacan la pachamanca, platos a base de trucha y cuy, chancho al palo y a la caja china, entre otros, así como saborear deliciosas chirimoyas y paltas, frutos emblemáticos del lugar.
Estos son algunos de los lugares ideales cercanos a la ciudad de Lima que pueden visitarse en noviembre y a los que se accede con facilidad gracias a las carreteras en buen estado y a la amplia oferta de transporte público y de servicios turísticos.
